domingo, 10 de abril de 2011

¡CAE LA MURALLA! (Mi homenaje a Alice Miller)



Como algunos de vosotros ya sabéis, he estado leyendo a Alice Miller (12 de Enero de 1923- 14 de Abril del 2010). Empecé hace ya bastantes meses con "La madurez de Eva"  (Paidos Contextos. 2002)  y confieso que necesito releerlo otra vez porque en ese momento no fui, no pude ser,  plenamente consciente de todo su significado. Más o menos igual me ocurrió  con "El drama del niño dotado" ( Fábula TusQuets. 2009). Poco a poco, la rompedora realidad que Alice Miller me presentaba empezó a hacer mella en la inquebrantable fortaleza con la que trataba de proteger mi idílica infancia y  amorosos padres. "El cuerpo nunca miente" (Ensayos TusQuets. 2009)   con su implacable ataque al cuarto mandamiento ("honrarás a tu padre y a tu madre") me hirió en lo más profundo porque ¿Quien puede aceptar el derecho a odiar a sus padres, sin sentir un agudo dolor? Aceptar, por fin, que mis padres, a los que quiero con toda mi alma, me podían haber hecho daño, ( y eso a pesar de ser unos padres modelos que nunca se sobrepasaron del cachete o bofetada ocasional, sin palizas ni maltratos ni abusos del tipo que hoy en día son claramente aceptados como tales) y que este dolor provocaba en mí un sentimiento de rechazo ( o en momentos, incluso odio)  absolutamente lícito, ha sido y es muy doloroso y difícil.

Por fin,  "Por tu propio bien. Raíces de la violencia en la educación del niño" (Ensayos TusQuets. 2009),  ha acabado por destruir hasta el último ladrillo de mi muralla personal de resistencia y protección a la evidencia. Finalmente me he quedado expuesta a la realidad para darme cuenta de que, no sólo no es tan doloroso, sino que es sorprendemente reparador.

Ahora miro a la niña María, expuesta al tan aceptado "cachete a tiempo", a los nervios y miedos desmesurados de su madre, una madre herida a su vez por un adiestramiento implacable que la convirtió en una mujer sumisa frente a  unas obligaciones impuestas desde arriba (padres, marido, sociedad e iglesia) sin planteárselas, sin cuestionarlas, sin permitirse sufrir ni mostrar su sufrimiento por la imposición injusta. Ahora permito que la niña María odie esos momentos, o incluso odie en ese momento a su madre. Y la liberación del sentimiento da paso a la comprensión, a la empatía, al perdón y al amor.

Ahora, por fin, puedo aceptar el hecho de que las escenas amorosas de juegos, risas, besos, abrazos, calor, protección y amor convivieron con momentos de agresividad, humillación, miedo, soledad e injusticia. Todos normalizados y aceptados por una sociedad cuya base era la "pedagogía negra" como método de crianza.  Esos momentos "oscuros" que no quieres recordar, o a los que quieres quitar importancia con argumentos como "era por mi bien", "para educarme" o "le dolía a ellos más que a mí". Argumentos que luego legitiman la repetición en tus propios hijos porque a ti te lo hicieron y no te hizo daño sino todo lo contrario: gracias a eso eres "una persona de bien".

Pero sí, me hicieron daño. Y por eso no los voy a volver a repetir en mis hijos. NUNCA. No soy la persona adulta que hoy en día soy gracias a ellos, sino a pesar de ellos. Y sí, mis padres han ayudado a hacer de mi lo que ahora mismo soy, y lo han hecho gracias a su amor pero a pesar de los métodos que se vieron obligados a utilizar porque simplemente no conocían otros y no tenían ni las herramientas ni la autoridad para cambiarlos.

"Primero te cortan las alas, y después te piden que vueles"

Esta frase, sencilla, genial y dramática, escrita por Gabriela Sotomayor en su libro "Llamado urgente. Poemas de un ama de casa" (Ediciones Malvario 2007), resume perfectamente una situación vivida por generaciones y generaciones, no sólo de mujeres, sino también de hombres, sometidos a la pedagogía negra desde su más tierna infancia. 

Y ahora entiendo. No tengo que justificar, pero puedo entender. Entiendo que ellos no tuvieron opción. Vivieron una época, una situación que puso en sus manos unas herramientas. Y soy consciente de que, con un grandísimo esfuerzo, mejoraron muchas cosas. Ni de lejos recibí  tanta "pedagogía negra" como ellos mismos. Ahora veo claramente como su amor por mí ya produjo cambios muy importantes en su manera de criarme.

Y ahora que he liberado los sentimientos encerrados dentro de la oscuridad de la muralla me siento más libre y, curiosamente, más llena de amor por ellos. A pesar de que Alice Miller me "ha dado permiso" para odiarles, sólo he conseguido afianzar aun más mi amor, porque ahora el amor se asienta en los sentimientos aceptados y en la realidad asumida.

Siento como si hubiera descargado mi mochila de varias piedras y ahora ya, por fin más ligera, me enfrento a la crianza de mis hijos de otra manera. Ya no tengo que repetir unos patrones de crianza que cada célula de mi cuerpo rechazaba, simplemente para justificar los del pasado, transmitidos de generación en generación. Ya no tengo nada que justificar porque acepto que no es justificable. Ahora yo sí tengo las herramientas para cambiar y desterrar absolutamente la "pedagogía negra" de mi método de crianza. Ahora, cuando la inercia me sumerja en ella, puedo pararme a tiempo porque se que es dañino. Y hacer daño a mis hijos es algo que no quiero hacer NUNCA. Ya no puedo engañarme con "es por su bien", ahora que sé que sólo son mis sombras guerreando y que la pedagogía negra la aplico por mí, como vía de escape y justificación, y no por ellos.

Gracias Alice Miller. Gracias a tu trabajo, tu investigación y tus escritos soy más libre. Una libertad que hará a su vez más libres a mis hijos. Una libertad que fluirá generación tras generación, criando seres humanos de manera amorosa y respetuosa, sosteniendo y nutriendo desde abajo, en lugar de imponiendo y humillando desde arriba.

Todos los padres y aspirantes a padres deberíamos leer los escritos de Alice Miller. Hoy en día ya no hay excusa para mantenerse en la ignorancia, por cómodo que sea, perpetuando la "pedagogía negra" en nuestros hijos. Tal y como dice Abraham Maslow

 "El miedo a saber es en el fondo el miedo a hacer, porque todo conocimiento entraña una responsabilidad".

A los lectores de este artículo que todavía no habéis leído nada de Alice Miller os recomiendo empezar sumergiéndoos en su magnífica web. Ahí podréis encontrar muchos artículos y editoriales (algo en Español pero mucho más en Inglés) que son una buena representación de su obra y sus teorías. El siguiente paso son sus libros. Trece en total. Hasta ahora yo sólo he leído cuatro. Pero poquito a poco, porque es difícil y duro y hay que leerla y releerla a medida que se te van abriendo los ojos, la mente y el corazón.

5 comentarios:

  1. Ay! María...es que esta mujer que por cierto pensé que todavía vivía, remueve a base de bien, así estamos por aquí...! y eso que no he leído nada, estoy a ver quien me presta un librito...yo no era de prestar libros que andaba escarmentada, pero los de maternidad no me importa... y a mí ? quién me deja un librito de la Miller?

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  2. Yo lei el de por tu propio bien y vaya si que me conmovio, antes ya habia leido Besame mucho de Carlos Gonzalez. Son libros que te hacen reflexionar y cuestionarte todo lo que te rodea. Por desgracia hay muchos padres que todavia aplican la pedagogia negra, lo peor es que ellos creen que lo estan haciendo bien, no se cuestionan nada de nada, conozco muy poca gente que haya leido esta clase de libros, y son los padres y mades que normalmente acuden a los grupos de apoyo a la lactancia los que se interesan por estos temas.

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  3. Hola Maria.
    Estoy leyendo en estos momentos SalvarTu vida, es un libro en el que me veo reflejada cuando era niña....es muy duro y a la vez reparador.Oí hablar por primera vez de ella, en terapia y me recomendaron leer El Drama del Niño dotado...luego siguió La Madurez de Eva.....y más tarde por mi misma me leí El cuerpo nunca miente y Por tu propio Bien.
    Mi propia muralla cayó hace más de dos años y poco a poco empecé a notar "chispazos" de luz (como estrellas)que me ayudaron a salir de mi plena oscuridad y ceguera emocional.....negación y admisión.
    Cuanto me alegro de haberte leído hoy y encontrado.
    Por último escribir unas palabras de Allice que dicen:" Como padres deberíamos saber que cualquier forma de violencia en la educación infantil, aunque nazca de la mejor de las intenciones, destruye el amor"

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    1. hola patricia que terapeuta te indico leer esos libros, en que ciudad y enn q pais esta, gracias a alguien quien me pueda informar de un psicoterapeuta que comprenda lo que Alice Miller nos dejo como regalo a mi me han dado us libros las respuestas que nunca encontre gracias..
      Ma Beatriz Venezuela

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  4. Hola patricia podrias darme la informacion del terapeuta que te indico leer los librso de Alice miller.. en que ciudad y que pais y si tienes como contactarlos te lo agradecere- Despues de haber leido 3 de ellod encontre respuestas que jamas ni con mi terapeuta habia encntrado...
    Ma Beatriz Venezuela

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